Existen diferentes tipos
de familias en la sociedad de hoy en día, los cuales han ido evolucionando lo
largo de los años. Algunos de ellos son los siguientes:
- Familia nuclear à Compuesta por padre, madre e hijos fruto de la pareja en convivencia diaria. Se trataría del modelo predominante en las sociedades urbanas. Como novedad en los últimos años, se podría decir que este tipo de familia tiende a permanecer más en el tiempo debido a la tardanza en la independencia de los hijos a día de hoy.
- Familia extensa à En esta, además de los miembros citados en el tipo anterior conviven otros miembros de otras generaciones, como por ejemplo los abuelos, los tíos, los primos, etc. En este caso nos referimos a la familia como concepto tradicional, en el que la convivencia de varias generaciones se realizaba como una decisión vital y no como una adaptación a una situación en la que es necesaria la convivencia por, por ejemplo, motivos económicos.
- Familias monoparentales à En las que solamente se cuenta con la presencia del padre o la madre, ya sea por viudedad, abandono o decisión personal (padres o madres solteros). En este tipo de familias pueden aparecer problemas debido a la sobrecarga o exceso de responsabilidad depositada solamente en una figura paterna. Sin embargo, se puede desarrollar igualmente un modelo del progenitor ausente por la identificación con otro familiar o persona cercana.
- Familias fruto de un proceso de separación de la pareja à En la cual los hijos mantienen contacto con ambos progenitores, pero no existe una convivencia compartida. Ésta también puede ser una situación generadora de conflictos entre la ex pareja y que puede afectar al desarrollo emocional de los pequeños.
- Familias con hijos adoptivos à Familias formadas por dos padres y un hijo que ha sido adoptado.
- Familia homoparental à En la que convive una pareja homosexual con sus hijos.
- Familia reconstruida à Fruto del agregado de dos familias. Suele provenir de parejas separadas que aportan, cada uno, sus hijos a la nueva convivencia.
- Abuelos acogedores à Es un tipo de familia que se da cuando los abuelos se hacen cargo de los nietos asumiendo el rol de padres. Generalmente se produce por causas forzosas o negativas, como fallecimiento de los progenitores, ausencia o dificultades para asumir la responsabilidad de la paternidad.
A continuación se van a
proporcionar una serie de consejos acerca de las familias reconstruidas y las
familias con hijos adoptivos, ya que son uno de los tipos que más han avanzado y
que en los últimos años son bastante comunes en la sociedad de hoy en día.
- Comunicación con las exparejas à Si se tienen hijos, es necesario mantener cierta relación entre los padres divorciados y aprender a negociar evitando que se genere un conflicto entre ambos. No se debe pelear con la expareja delante de los hijos ya que también es uno de los individuos que participan en el divorcio. Hay que evitar el papel del niño como mensajero al no querer comunicarse con tu expareja, ya que puede generar una situación de estrés en el niño por verse en medio de ambos padres.
- Proceso de adaptación del hijo a la hora de convivir à No someter a los hijos a numerosos cambios como resultado del divorcio. Los padres deben procurar mantener a sus hijos en la misma escuela y continuar viviendo en la misma casa. Aclarar la situación y relación que los hijos tendrán con el pariente que deja el hogar; si los visita, es necesario que estas visitas sean regulares y puntuales, además de tener una base consistente de visitas del familiar que no vive con ellos.
- Normas de pareja à Es muy importante implantar una disciplina consistente. Ambos padres deberán utilizar métodos para disciplinar, siendo similares y apropiados para la edad del niño. Se debe tener el mismo límite en lo que es “conducta aceptable del niño” en los dos hogares en los que va a vivir. Es decir, que exista un acuerdo en el nuevo hogar y el del otro familiar.
- No sustituir los roles, mostrar confianza (poli bueno, poli malo) à No hablar negativamente del padre o madre delante de los hijos. Hay que recordar que la expareja es el padre o madre del niño y no se deben cambiar los roles poniendo en contra de uno u otro al niño. Hablar con los hijos sobre el abandono. Garantizarles que a pesar de ser necesarias las ausencias, el padre que no está conviviendo con él siempre va a regresar. Asegurarse de que los niños entiendan que sus dos padres le siguen queriendo a pesar de la situación familia.
- Decirle que es adoptado (utilizar la palabra) y que fue querido à Hay que comunicarle al hijo que es adoptado desde lo más temprano posible, sin ocultarlo. Se debe utilizar con frecuencia la palabra adopción, porque eso les dará la oportunidad de acostumbrarse a ella sin sentirse incómodo ni molesto, es decir, familiarizarse a ella. Utilizándola de forma natural y espontánea, pero sin abusar de ella. Hay que ser sinceros con los hijos y aceptar que son una familia constituida por la adopción y eso no se puede cambiar. Hay que hacer hincapié en que esto no significa que no sean queridos, de manera que no lo culpabilizaremos de su puesta en adopción. Entre los 3 y los 5 años, los niños comienzan a preguntarse si crecieron en la barriguita de su mamá, por lo tanto, he aquí un momento oportuno para comenzar a explicarles el proceso de adopción y las diferentes formas en que un niño pueda ingresar en una familia.
- Utilizar recursos (cuentos o películas) à Los cuentos y las películas pueden ser excelentes recursos no solo para avanzar en la comprensión de lo que significa la adopción, sino sobre todo para poder hablar de los sentimientos que despiertan las diversidad en las formas de vivir, de familia, personal, racial... Las historias de otras personas o de personajes de ficción permiten hacer comentarios o plantear dudas y también permiten a los niños identificarse con distintos personajes.
- Nombre ¿se cambia? à Si el hijo que se espera viene de otro país, es posible que su nombre sea difícil de pronunciar o que suene mal en nuestra lengua. Por otro lado, es importante darle un nombre que le ayude a sentirse incluido en la familia. En estos casos, se aconseja conservar el nombre original como segundo, al hacer la inscripción en el Registro Civil. Aunque el nombre original termine cayendo en desuso, el hecho de que esté presente en sus documentos le ayudará cuando crezca a entender que le quieres y le respetas enteramente, con su historia y con los rasgos que heredó de los padres. Además, le dará la oportunidad de decidir por sí mismo como quiere ser llamado en un futuro.
- Fases de la adopción à Un niño/a adoptado pasa por diferentes fases en ese proceso de adaptación, pero éstas siempre serán las mismas en todos los casos. Lo que varía es la duración (más breves cuanto más pequeño es el niño/a) y la facilidad en la adaptación (mayor también cuanto más pequeño). Estas fases suelen ser:
- Una fase de adaptación, de conocerse
mutuamente. Irá probando los límites de lo que puede y no hacer, de lo que
puede esperar y recibir de las personas que le rodean. También habrá largos
períodos de llanto, y predominará la ansiedad por ambas partes.
5. En
el caso de que exista un hijo biológico y uno adoptado, se debe de inculcar la
hermandad àNo hay que preocuparse si surgen algunas
conductas, tales como celos, mojar la cama, rabietas, etc. ya que es algo
normal con la llegada de un nuevo hermano. Hay que allanar el terreno
haciéndole al hijo biológico partícipe de los preparativos previos de la
adopción.
No sobreproteger al hijo adoptivo en un
intento de reparar su pasado, ya que esto incrementa los celos y la rivalidad
entre los hermanos. Por ello, poner normas y límites por igual para cada hijo y
así evitar enfrentamientos.
En el caso de que el hijo biológico increpe al hijo
adoptivo refiriéndose al hecho de no ser un “hijo verdadero”. Los padres deben
de reaccionar con total normalidad y tranquilidad y hablar con sus hijos
diciéndoles que ambos son queridos y evitar comparaciones.
6. Los niños adoptados por
familias homosexuales no sufren ninguna carencia en cuanto a figuras familiares àTestimonio de una madre homosexual: “No debemos
preocuparnos por el hecho de que el niño no tenga una figura que represente a
la madre o al padre. Ya que no va a tener en carencias, ya que, además de tener
dos padres/madres, tiene otros familiares como son: abuelos y abuelas, tíos y
tías, primos y primas…”
Aquí se les proporciona la dirección de enlace a un vídeo muy interesante sobre los consejos de estas familias:
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